Crítica al método BAPNE®

 

Body_percussion

El próximo mes de abril se celebrará en Bilbao un curso introductorio sobre el método BAPNE® dirigido, entre otros, a maestros, terapeutas y psicólogos. A grandes rasgos, este método, cuyas siglas se refieren a biomecánica, anatomía, psicología, neurociencia y etnomusicología, tiene como finalidad desarrollar la memoria, la atención y la concentración así como las Inteligencias Múltiples (IM) a través de la fundamentación y sistematización de la didáctica de la percusión corporal. Su autor, el doctor Javier Romero, subraya que no es un método musical sino un método de estimulación cognitiva, socioemocional y psicomotriz que usa como herramienta principal la percusión corporal. En la web que anuncia el curso se afirma que el método BAPNE® se ha aplicado satisfactoriamente  en colectivos con TDAH, dislexia, autismo o Síndrome de Down y se facilita un enlace a la «amplia investigación que confirma su eficacia».

De forma similar a tantos otros métodos recientes que anuncian estar basados en la neurociencia y ser altamente eficaces para un sinfín de problemas escolares, el método BAPNE® ha despertado mis sospechas por varias razones. En primer lugar, algunas de las bases teóricas de este método son más que discutibles. Concretamente, BAPNE® hace referencia a la Teoría de las IM, no libre de controversia (Gardner et al., 2006; Geake, 2008; Waterhouse, 2006) y con una dimensión aplicada que ha sido criticada por el propio Howard Gardner  (prólogo del libro de Kornhaber et al., 2004), así como a la teoría de los estilos de aprendizaje, que ha sido ampliamente refutada por la comunidad científica (Pashler y cols., 2008) y que la propia OCDE calificó de neuromito ya en 2002.

En segundo lugar, la investigación que aporta la web del método BAPNE® sobre el tratamiento de las dificultades de aprendizaje es escasa y muy cuestionable. De hecho, de entre todas las publicaciones disponibles en la web oficial de BAPNE® y dirigidas a este ámbito, sólo un artículo incluye un estudio experimental que permite obtener datos cuantitativos sobre su eficacia. Concretamente, este trabajo está dirigido a probar la eficacia de BAPNE® en la mejora, entre otras, de las capacidades cognitivas en población escolar (Carretero et al., 2014). No obstante, conviene subrayar que este estudio muestra limitaciones metodológicas importantes (tamaño de la muestra, tipo de diseño, validez de los test para los fines del estudio, etc.) y unas conclusiones que exceden los hallazgos encontrados. El resto de publicaciones, de carácter meramente descriptivo, versan sobre el uso de BAPNE® en las dificultades lectoras, la capacidad cognitiva o el déficit de atención con o sin hiperactividad, entre otras diversas cuestiones (Crespo y cols., 2014a; Crespo y cols., 2014b; Jauset y cols., 2014; Romero y cols., 2014a; Romero y cols., 2014b; Romero y cols., 2014c). Conviene insistir en que ninguno de estos trabajos aporta datos cuantitativos que permitan probar la eficacia de las diferentes propuestas metodológicas de BAPNE®. Sin embargo, en ellos se hacen afirmaciones tan sorprendentes como que las dificultades en lectura se pueden solucionar mediante determinados ejercicios físicos (Crespo y cols., 2014a). Y digo sorprendentes porque, como ya adelanté aquí, la evidencia reunida en torno a esta cuestión apunta claramente en la dirección contraria.

En suma, a día de hoy el método BAPNE® carece de evidencia sobre su eficacia en la mejora de las capacidades cognitivas, las dificultades lectoras o el TDAH y, por tanto, desaconsejo su uso en el ámbito escolar para estos fines. De hecho, el propio creador de BAPNE® reconoce en más de una ocasión la necesidad de hacer estudios experimentales para comprobar los beneficios de su método (por ejemplo, Romero y cols., 2014a), hecho que no le ha impedido lanzar al mercado el método en cuestión. Dicho esto, una vez más hago un llamamiento a toda la comunidad educativa para que valore de forma crítica cualquier propuesta educativa antes de aceptarla como válida y aplicarla en el aula, sea cual sea su origen. Es admirable la férrea voluntad que muestran muchos docentes por mejorar su forma de enseñar. Pero este hecho no debe ser incompatible con el uso exclusivo de prácticas educativas basadas en la evidencia científica. Sobre esto, recomiendo encarecidamente la lectura de este post publicado recientemente por el blog El McGuffin Educativo sobre una lúcida charla que dio el médico, académico y divulgador Ben Goldacre sobre la pedagogía basada en evidencias.

Por último, quiero dejar claro que mi crítica está exclusivamente dirigida al uso del método BAPNE® en el tratamiento de las dificultades y trastornos de aprendizaje en población escolar. Quedan, por tanto, fuera de esta crítica todas las cuestiones relacionadas con los efectos que el método tiene según su creador en el desarrollo psicomotor, viso-espacial y socio-emocional, daño cerebral, toxicomanía, depresión, Parkinson, esclerosis múltiple o Alzheimer. Sería muy interesante que expertos en estas materias se pronunciasen al respecto a la luz de la evidencia disponible, si es que existe.

Referencias

Carretero, A., Romero, F. J., Pons, J. M., & Crespo, N. (2014). Cognitive, visual-spatial and psychomotor development in students of primary education through the body percussion – BAPNE Method. Procedia – Social and Behavioral Sciences, 152, 1282-1287.

Crespo, N., Pons, J. M., Romero, F. J., Romero, A. A., & Liendo, A. (2014a). Atención y Dislexia: Una propuesta de Trabajo Mediante La Didáctica De La Percusión Corporal-Método BAPNE. XII Jornadas de Redes de Investigación en Docencia Universitaria. Universidad de Alicante.

Crespo, N., & Romero, F. J. (2014b). Body percussion and dyslexia. Theoretical and practical contribution though the BAPNE method. 6th International Conference on Intercultural Education and Health: From a transcultural perspective”. Procedia – Social and Behavioral Sciences, 132, 686-690.

Gardner, H., & Moran, S. (2006). The science of multiple intelligence theory: A response to Lynn Waterhouse. Educational Psychologist, 41, 227-232.

Geake, J. (2008). Neuromythologies in education. Educational Research, 50, 123-133.

Jauset, J. A., Tripovic, Y., & Romero, F. J., (2014). El método BAPNE y su repercusión en las capacidades cognitivas. XII Jornadas de Redes de Investigación en Docencia Universitaria. Universidad de Alicante.

Kornhaber, M. L., Fierros, E. G., & Veenema, S. (2004). Multiple intelligences: Best ideas from research and practice. Needham Heights, MA: Allyn & Bacon Publishers.

Organisation for Economic Co-operation and Development. (2002). Understanding the Brain: Towards a New Learning Science. Paris: OECD.

Pashler, H., McDaniel, M., Rohrer, D., & Bjork, R. (2008). Learning styles concepts and evidence. Psychological Science in the Public Interest, 9, 105-119

Romero, A. A., Jauset, J. A., Romero, F. J., & Liendo, A (2014a). Therapeutic benefits of body percussion using the BAPNE method. Procedia – Social and Behavioral Sciences, 1152, 1171-1177.

Romero, A. A., Liendo, A., Romero, F. J., & Menargues, A. (2014b). Percusión Corporal y TDAH en el método BAPNE. Introducción metodológica. XII Jornadas de Redes de Investigación en Docencia Universitaria. Universidad de Alicante.

Romero, F. J., Pons, J. M., Romero, A. A., Crespo, N., Liendo, A., Jauset, J. A., Quarello, A., Pezzutto, E., Menargues, A., Alonso, A., & Tripovic, Y. (2014c). La percusión corporal como estímulo para alumnos con déficit de atención y concentración. XII Jornadas de Redes de Investigación en Docencia Universitaria. Universidad de Alicante.

Waterhouse, L. (2006). Multiple intelligence, the Mozart effect, and the emotional intelligence: A critical review. Educational Psychologist, 41, 207-225.

7 comentarios en “Crítica al método BAPNE®

    • Muchas gracias por el enlace, Ángel. Confirmo con su post que el método BAPNE, al igual que otros muchos métodos que cita y que también yo abordo en este blog, «no tienen ningún desperdicio…»

      Coincido plenamente con usted cuando dice que el patio de la estimulación cognitiva está patas arriba. En educación, además, me temo que en demasiadas ocasiones los «zapateros» salen de la universidad sin saber «arreglar zapatos». Y esta falta de formación es un caldo de cultivo perfecto para muchos vendedores de tratamientos «arreglalotodo» con escasa o nula evidencia científica.

      Por cierto, quizá le interese este blog. Aborda el TDAH desde un punto de vista educativo:
      https://educaciontdah.wordpress.com/

      • De nada, para eso estamos. Al salir de la Universidad hay, como poco, dos problemas, el de la falta de formación práctica de calidad, y el de la ausencia de fomento del espíritu crítico/científico. Se termina la Universidad habiendo recibido una formación pasiva, no hay crítica, ni debate, ni aprendizaje reflexivo (no sé si me invento el término), se aceptan las teorías y métodos aprendidos como definitivas y absolutamente ciertas, y al cabo del tiempo, esa falta de ojo crítico puede llevar a que los profesionales terminen coqueteando con pseudoterapias, sin ni siquiera plantearse cómo funcionan o porqué.

        Muy interesante su blog. Veo muchos puntos en común entre sus contenidos y la neuropsicología infantil.

        Gracias por el enlace. Un saludo.

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